5.7.10

Contemporáneo


Es absolutamente pesada, triste, completa, la desazón.
Los que crecimos con Diego y somos actores, al menos como participes completamente secundarios, de este gran Relato que es él, sabemos de esta sensación de pérdida total.
Como toda referencia diré que cuando le "cortaron las piernas" fue un momento también abarcador.
Recordemos felicidades, las alegrías que el jugador nos dio.
Con eso sería absolutamente suficiente, pero no, hay más, mucho más. Claro, ahí están las aguas abiertas, decididamente enfrentadas.

En este campeonato que terminó para nosotros, no me vengan a hablar pavadas acerca de hinchar por tal o cual esto de acabó; bien, en este último devenir de Maradona, fuimos , los que estamos del agua para acá, digamos, fuimos llenados de la satisfacción de verlo esplendoroso, brillando, fustigando, desplantando, respondiendo irreverente, irónico, prepotente tal vez, sin miedo, sin media lenga, sin guardarse nada "por si las moscas" por si se da vuelta la cosa, por si hay que bancar una derrota, no, ahí estuvo Diego escribiendo un destino, sin regalar , sin conceder, a todo o nada, a matar o morir, justamente él después de venir de la muerte dos, tres, cuántas veces, y estaba ahí de brazos cruzados, con el tiempo que le pasa, y nos pasa por encima, mas cerca, y a todos quienes crecemos con él.

Y yo lo gocé sin parar, como todos nosotros, los de acá. Y ellos se atragantaron con cada gol, y ellos se asustaron, hasta palparon la chance de que ese señor, sí, justo éste, vuelva a ser el mas grande entre los grandes.

Qué hacer, se preguntaban. Cuándo se va a acabar que de aquél lado de las aguas nos hagan la fiesta, cada tantísimo por supuesto, pero hasta cuándo!!!

Pero no.

El relato es contemporáneo.

Se esta escribiendo, nosotros sufrimos y gozamos con él, cada movimiento construye un poquito el argumento, no sé exactamente quien es el autor, pero sin dudas intervenimos en él, los que menos, presenciándolo.

Ahora ellos, sí, sí, ellos ... los de allá, los del agua, pero para allá. Los de siempre, lo van a partir en pedazos, lo van a matar, lo van a despellejar.

Y no sólo porque ellos, que están allá, son causalmente nuestros enemigos ( sí, leyó causal, hay muchas causas para ello) sino, además por que Diego nos regaló estos días gloriosos, es que debemos apoyarlo más que nunca, defenderlo, mimarlo, contestar nosotros, responder por él, que está y estará de este lado.

Hay que bancarlo más que nunca, por qué sí, por sus enemigos, por los amigos, por la historia, por estar siempre del mismo lado. Aún en los errores, más aún ahí. Como dijo Dolina, otro contemporáneo, en una de las muertes de Diego, dijo que uno pone las manos en el fuego por los amigos, y cuando es probable quemárselas, porque si uno sabe que no se las va a quemar, qué merito hay?

Acá estamos Diego Maradona, los de este lado de la división de aguas.

Contemporáneos

A placeres de hierro, tristezas de hierro. Salud compañero!

El relato no termina de escribirse todavía.


Daniel Lago

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