30.10.08

Injusticia, inseguridad, y políticas

Responder como un cuerpo, como un todo, como un cuerpo despierto.
Si pinchan un dedo del pie... ups! caramba! el cuerpo reacciona al pinchazo, como así también si es la oreja la agredida, que el cuerpo todo no funcione disociado. Sería extraño ver la oreja protestar y quejarse sola, independiente.

Independencias.

Se pide, y más allá de la pasiva con “se” pedimos, y más allá del nosotros inclusivo, pido, para pensar, para armar un problema, para problematizar una cuestión, una independencia con lo previo, con lo ideológicamente organizado con anterioridad, cortar con lo que de conciente hay en el hecho de los juicios previos.

Prejuicios

Sabemos sin poner gesto grave que todos tenemos un pasado, una formación, una ideología; sin embargo un ejercicio necesario es desconocer el lugar de llegada al empezar a intentar organizar una problematización, que debe incluir la propia puesta en marcha, la propia competencia previa de uno mismo. Los propios prejuicios incluso.

Recurrencias opositoras, desde siempre pero desde el coletazo sojero hasta acá (nos resistimos a rendirnos ante la evidencia del triunfo del sector mencionado, es decir, en un terreno en el que jamás deberíamos volver a perder, en el lenguaje, quienes dijeron enfrentar al gobierno, y era enfrentar al país, y dijeron “campo” donde debía decirse soja transgénica) retomamos, en cada gesto del gobierno, en cada suceso internacional, en cada movimiento de los países vecinos, el tono opositor va tomando forma.

Tomar forma es flojo, es poco descriptivo a pesar del juicio anterior que nos induce a creer que dar forma a algo es una nota inteligible; por eso, mas allá del prejuicio, ese tono no tiene forma.

Aún no tienen forma...

Sin embargo ya es un cuerpo, entendido como ese conjunto que reacciona cuando sean pies u orejas son pinchadas. Les falta, invirtiendo todo pues, darse forma.
Y ahora sí, los juicios previos, la ideología, la derecha, los rejuntes, los fierros mediáticos, las buenas fes, las historias familiares, la desinformación.

Información

Enumeremos mínimos y aburridos: la 125; los aumentos a las jubilaciones regulados, dos anuales; cómo reperciturá la crisis, el indec miente miente miente, no hay fondos, las afjp al estado, para qué, los fondos parte II, y la estrella de siempre y siempre apropiada: seguridad.

La inseguridad me traía aquella reflexión del lejanísimo primer párrafo, tal vez del segundo. Se han juntado los mascarones de proa de la seguridad, el rabino peladito, el señor este que de padre conmovido solito y solo se vistió de falso ingeniero y de correveidile de lo peor del barrio, incluso ese señor de clase media Juan Carr creo, que lleno de buenas intenciones, y de amistades progres sirve tanto para un barrido como para un fregado (vivirá de esto?).
No es extraño, sin embargo, que cada gesto del gobierno o de sectores afines, sea respondido en el acto por una heterogénea bolsa de gatos malos, malísimos. Ya están de más los argumentos, y los principios, solo les queda el prejuicio mas vulgar, mas berreta, aunque provengan del norte de la ciudad.

Se justifica el enfrentamiento irreflexivo, que si bien no propone la oposición, al menos así se presenta desembozadamente en cuanto foro disponga, digamos si se justifica regalarles ese argumento, esa iniciativa, esa discusión acerca de la seguridad?
La entonación que devela el signo de pregunta viene a cuento dado que a cada propuesta y a cada acción de gobierno, acertada o discutible, ellos (llamémoslo oposición por llamarlos de algún modo) reaccionan, al principio por grado de gorilez, luego se agrupan todos dado que no es cuestión de quedar afuera de la queja, y perderse las luces de los TN de turno.

Reaccionan

Entonces si al calor de las reformas y de las decisiones en tiempos de crisis, y de todas las quejas de la oposición, a esa bolsa de gatos que sólo es unida por un espanto común, se le suman los reclamos acerca de la inseguridad, y del salvaje comportamiento de las capas mas golpeadas y sumergidas de la sociedad quienes a su modo están en guerra y

(nota al pie: a este señor que mataron y que levanto nuevamente polvareda entre los medios, la levanta porque es en San Isidro y era un ingeniero (ya no importa si posta o trucho) si matan a un empleado en Budge o en Haedo, allí mas cerca de Morón, probablemente no sea mas que parte de esta guerra de la que hablo, pero sin cámaras, fin de la nota al pie)

decía que esa embestida, siempre con los mismos argumentos de la derecha, o de esa clase media asustada, bien reaccionaria, alimento para mesas redondas en la TV bien sazonado, forma parte de ese conjunto que viene reaccionando como un todo desde siempre, pero desde la 125 para acá buscando destruir todo lo que odian. Y temen. Y todo lo que no se someta sin resistencia a sus intereses de clase.

Les preocupa la inseguridad.

Digo, me pregunto: por qué se lo regalamos, por qué no tomamos la iniciativa también allí, corrámosle el eje, hablemos de las medidas a tomar para que esta sociedad sea mas justa, para desarmar esta guerra sorda de la injusticia.

Desarmar esta guerra.

No les dejemos a ellos, a la oposición, esa iniciativa, y no solamente porque son de derecha y despiadados, y sus intereses tienen que ver con la propiedad privada y con que no los maten, y con su bolsillo insaciable. Por qué no tomar la iniciativa por el empleado de Budge, de Morón, y desde allí incluir la discusión acerca de la seguridad desde nuestra perspectiva, sin pensar que es un tema de “ellos”·, es nuestro! junto a las medidas que se toman, como el sacar a la luz el verdadero cometido de una medida y de una batalla en la calle en un acto, en el senado, y en los medios. Hasta con los vecinos y conocidos.
El tema también es nuestro

No cometamos a nuestro modo el gesto cobarde y torpe que claramente vemos en ellos, problematizemos nuestros prejuicios, incluyamos voces divergentes, discutamos sin cerrarnos; es bien claro que hay límites, si estás en contra de algo, lo estás, hay posiciones ideológicas, pues bien, aprovechémoslas!

Que no nos marquen la cancha.

La seguridad es un tema nuestro, porque es un tema político, no policial. Si lo partimos en derechas e izquierdas, nos van a ganar una vez mas aquí, en el lenguaje, más allá de que todos sepamos en este barrio, de este lado del mostrador, que todo preso es político.

No es así maestro...
(En el acto, Los redondos: Todo preso es político)

DL