21.8.09

Lo mirado


Matices, tornasoles, degradé pero sin jerarquías, más bien un revuelo de colores. Si de colores se tratase.

Puede ser de gustos, de sabores si de cocina se tratase; aunque allí la pizza y el dulce de leche puedan ser dos cosas buenas, quizá, no convenga el maridaje.

Imaginemos consenso

Y arriesguemos: por qué hacer de dos cosas buenas una mala?
Y aquí es donde habría que interrogarse acerca del carácter de verdadero que tiene cualquier tipo de aserción con respecto al gusto.

Gustos

Sobre gustos no hay nada escrito Señor! suele repiquetear en algún momento de una charla posible acerca de un cuadro, acerca de una música, y más precisamente, acerca de una señorita o señor con respecto de un comercio sexual eventual. Es decir, cómo le podés entrar a eso.....

Gustos, y sin embargo debe ser de lo mas conversado, ni hablar de lo escrito. Toda la estética si querés, toda la critica, la del diario, la del estafador, la de Polimeni o Catalina en la tele, pero es posible la de Alan Pauls o José Pablo Feinman, y a veces cuando hay suerte también en la tele.

Se ha dicho en este espacio varias veces el carácter de tomaydaca, de una economía, de intercambio que debe tener una critica que nos interese, ese carácter de intercambio implica poner nosotros un riesgo, exponer nosotros nuestra pequeña obra y no solo otorgar estrellas, medialunas, y cualquier puntuación arbitraria mas allá de una chanza.

Hemos reivindicado la mezcla, lo turbio, lo mestizo por purificación de raza, usándole a la fuerza el préstamo a Deleuze.

Nos gusta lo mestizo

Gustos
De eso, de lo que tal vez haya más escrito!, estamos interesados en intervenir.

Y hay grados, hay paleta, hay valores, me refiero al cuadro si estamos pintando. Hay olores, sabores y densidades, y también colores si de cocinar un plato se tratase.


Y el pensar también esta lleno de ingredientes.

Mezcla, sí; despropósito, no.

Mezcla y desvarío cual es el limite?

Límites

Debe haber límites a la hora de elegir, de probar?... tal vez
Y cuando experimentamos? Menos preciso aún , la palabra misma y lo que connota nos empuja, nos urge a cambiarla , modificarla , a escapar de la cuadricula limitadora.

Limites, la dejamos, dejamos el mojón, a falta de recetas, y de verdades lisas, sin reveses, nos interesa problematizar, y usamos la palabra.

Gustos, mezcla, límites: buscamos el límite no como umbral, como barrera de peaje, como policía de lo que sea, nos interesa el límite como problema.

Mínimo retome aunque, sabemos, que no se trata de retomar en el exordio sino más bien de desandar, sin embargo mestizaje, pero dulce de leche arriba de la tira de asado?

Sí, sí, es un sofisma berreta, pero a veces en cuestiones ético-estéticas no tan evidentes puede ocurrir un vacío, y conviene allí si bien no como presupuesto inflexible sí como presupuesto elemental: no hacer de dos cosas buenas una mala, o de dos malas una tercera mala.

Volvemos a la pregunta que se me está organizando y sigue siendo la del límite.

La geografía de un golpe de vista, de una manera de mirar puede, extrañamente, cartografiarse desde la perspectiva lo mirado.

A cuanto mas grande la paleta de colores, mas recursos para quien pinta, y qué hacer o no con todas esas chances de la técnica es algo que define al pintor, y posiblemente se resuelva en los límites.

En las decisiones éticas es un poco menos empírico, y el marco se corre de acuerdo a cómo nosotros nos vamos enriqueciendo o endureciendo, es decir, el marco nos precede a la acción o al limite, o más bien el límite es el marco.

Un ejemplo pictórico nuevamente y terminamos hasta la próxima excursión de libertad que pretenden estas palabras, o no:

Bárbara hace poco me hizo ver un video en el cual un tipo, con música detrás y gente delante en butacas como en el teatro, se dispone a pintar con dos pinceles y varios tachos de pintura, y al ritmo de una música interpretada ahí mismo, a embadurnar la tela bastante grande que tiene frente a sí.

Quien mira el video tiene el punto de vista de quien esta sentado delante del pintor, el mismo que el de la cámara.
Uno escucha la música, lo ve trabajar, y ve reacciones de la gente ante cada trazo, nada fino, tipo brocha gorda, y uno trata de descifrar de qué va la pintura, y no es posible actualizar el creciente despropósito, que desarrolla un pelado a los saltos y con música, y con la gente que exclama ante cada mamarracho desparramado.

Y uno quiere ser moderno y espera a ver si algo de lo que allí ocurre otorga sentido. Ya finalizando uno se resigna a que esta ante un pintor modernoso, con buena puesta en escena, y le resuena algún nombre celebre tipo, digamos Kandinsky, y uno se plantea otro límite como aquél que sindicaría cuanto sé de arte abstracto?

Bien, apenas termina sin darse vuelta al público ni a la cámara, el pintor pelado da vuelta la tela, y se nos presenta un perfil de cristo alucinante, con espinas, sangre, gesto adusto y nariz semita inconfundible.

Lo que interesa traer para cerrar esta absoluta digresión de este comienzo es que sin el marco,

Sin la referencia,

Sin el dato,

Sin el saber correspondiente no era suficiente ni posible comprender la totalidad y lo complejo de la obra, más allá de nuestra voluntad de ser amplios nos hubiésemos quedado , si no da vuelta la tela, con un mamarracho de colores incluso atractivo; en este caso, al saber que el tipo estaba pintando como en un espejo invertido, la mente busca de donde conoce, mezcla de donde puede, al ver de nuevo el video sabiendo el truco, puede uno sospechar una nariz, una corona de espinas buscando resolver el revés de un rostro, etc.....con esa tranquilidad del dato a cuestas.incluso puede decir que no esta tan bueno el perfil de ese Cristo...

Sobre gustos hay mucho escrito, somos mestizos, nos gusta lo poroso, buscamos un intercambio y nos interesa el límite como problema.

Trataremos de buscar los marcos, inventar las referencias, dislocarlas, y, aún así, escapar de hacer una cosa mala de dos buenas: buscaremos deslindar para saborear no solamente de las buenas.

Recomendaremos que el dulce de leche no este sobre la polenta con queso.

Poner el límite como problema es haber experimentado.

Bienvenidos

DL