24.8.12

Por qué le interesa tanto la política ?


"¿Por qué me interesa tanto la política? Si pudiera responder de una forma muy sencilla, diría lo siguiente: ¿por qué no debería interesarme?
Es decir, qué ceguera, qué sordera, qué densidad de ideología debería cargar para evitar el interé
s por lo que probablemente sea el tema más crucial de nuestra existencia, esto es, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas dentro de las que funciona y el sistema de poder que define las maneras, lo permitido y lo prohibido de nuestra conducta.
Después de todo, la esencia de nuestra vida consiste en el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos.
De modo que no puedo responder a la pregunta acerca de por qué me interesa; sólo podría responder mediante la pregunta respecto de cómo podría no interesarme (...) No estar interesado por la política es lo que constituye un problema. De modo que, en lugar de preguntarme a mí, debería preguntarle a alguien que no esté interesado por la política y entonces su pregunta tendría un fundamento sólido, y usted tendría todo el derecho de gritar enfurecido ¿Por qué no te interesa la política?" 


Michel Foucault




23.6.12

Cita.


Por qué somos Peronistas

Luchamos por la felicidad de un pueblo escarnecido y sacrificado en aras de una avaricia y un egoísmo que no nos han traído sino dolores y luchas estériles y destructivas.

Si el pueblo fuera feliz y la patria grande, ser peronista sería un derecho; en nuestros días, ser peronista es un deber. Por eso soy peronista.

Soy peronista, entonces, por conciencia nacional, por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud a mi pueblo, vivificado y actuante otra vez por el renacimiento de sus valores espirituales y la capacidad realizadora de su líder: Perón.

EVITA

16.4.12

Hoy somos un poco mejores, hoy es un gran día.

El Proyecto enviado al Congreso.

Título 1, capítulo único: De la soberanía hidrocarburífera de la República Argentina
Artículo 1º: Declárese de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las distintas provincias y regiones.
Artículo 2º: El Ejecutivo nacional arbitrará las medidas conducentes al cumplimietno de los fines de la presente, con el concurso de los Estados provinciales y del capital público y privado nacional e internacional.
Artículo 3º: Establécense como principios de la política hidrocarburífera de la República Argentina los siguientes:
a) la promoción del empleo de los hidrocarburos y sus derivados como factor de crecimiento y desarrollo económico de las provincias y las regiones;
b) la conversión de los recursos hidrocarburíferos en reservas comprobadas y su explotación y la restitución de reservas;
c) la integración del capital público y privado, nacional e internacional, en alianzas estratégicas dirigidas a la exploración y explotación de hidrocarburos convencionales y no convencionales;
d) la maximización de las inversiones y de los recursos empleados para el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos en el corto, mediano y largo plazo;
e) la incorporación de nuevas tecnologías y modalidades de gestión que contribuyan al mejoramiento de las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos y la promoción del desarrollo tecnológico en la República Argentina con ese objeto;
f) la promoción de la industrialización y la comercialización de los hidrocarburos con alto valor agregado;
g) la protección de los intereses de los consumidores relacionados con el precio, calidad y disponibilidad de los derivados de los hidrocarburos;
h) la obtención de saldos exportables para el mejoramiento de la balanza de pagos garantizando la explotación racional de los recursos y la sustentabilidad de su explotación para el aprovechamiento de las generaciones futuras;
Título 2capítulo único: Del Consejo Federal de Hidrocarburos
Artículo 4º: créase del Consejo Federal de Hidrocarburos, el que se integrará con la participación de:
artículo a) el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas,  el Ministerio de Planificación Federal, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Industria, a través de sus respectivos titulares;
b) la participación de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de los representantes que ellas designen;
Artículo 5º: son funciones del Consejo Federal de Hidrocarburos, las siguientes:
a) promover la actuación coordinada del Estado nacional y los Estados provinciales a fin de garantizar el cumplimiento de los objetivos de la presente;
b) expedirse sobre toda otra cuestión vinculada a los objetivos de la presente ley, y a la fijación de la política hidrocarburífera argentina, que el Ejecutivo nacional somete a su consideración;

Artículo 6º:  el Consejo sesionará con la mayoría absoluta de sus miembros, y será presidido y representado por el representante del Estado nacional que el Ejecutivo nacional designe a tal efecto. Dictará su propio reglamento de funcionamiento. 
Título 3: De la recuperación del control de YPF
Capítulo 1: de la expropiación.
Artículo 7º: a los efectos de garantizar el cumplimiento de los objetivos de la presente, declárese de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de YPF SA representado por igual porcentaje de las acciones clase D de dicha empresa pertenecientes a Repsol YPF SA, sus controlantes o controladas.
Artículo 8º: las acciones sujetas a expropiación de la empresa YPF SA quedarán distribuidas de la siguiente manera: el 51% pertenecerá al Estado nacional y el 49% restante se distribuirá entre las provincias integrantes de la organización federal de estados productores de hidrocarburos.
La reglamentación deberá contemplar las condiciones de la cesión asegurando que la distribución de acciones entre las provincias que acepten su transferencia se realice en forma equitativa, teniendo en cuenta para tal fin los niveles de producción de hidrocarburos y de reservas comprobadas de cada uno de ellas;
Artículo 9º: para garantizar el cumplimiento de los objetivos de la presente, el Poder Ejecutivo Nacional por sí, o a través del organismo que designe, ejercerá los derechos políticos sobre la totalidad de las acciones sujetas a expropiación hasta tanto se perfeccione la cesión de los derechos políticos y económicos correspondientes a ellas, a la que se refiere el artículo anterior.
La cesión de los derechos políticos y económicos de las acciones sujetas a expropiación que efectúe el Estado nacional a favor de los Estados provinciales integrantes de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos contemplará el ejercicio de los derechos accionarios correspondientes a ellas en forma unificada por el plazo mínimo de 50 años a través de un pacto de sindicación de acciones.
La designación de los directores de YPF SA que corresponda nominar en representación de las acciones sujetas a expropiación se efectuará en proporción a las tenencias del Estado nacional, de los Estados provinciales, y uno en representación de los trabajadores de la empresa.
Artículo 10º: a efectos de la instrumentación de la presente y de la registración de la titularidad de los derechos correspondientes de las acciones sujetas a expropiación, deberá dejarse constancia de que la expropiación de tales acciones es por causa de utilidad pública y que se encuentra prohibida la transferencia futura de ellas sin autorización del Honorable Congreso de la Nación votada por las dos terceras partes de sus miembros;
Artículo 11º: el proceso de expropiación estará regido por lo establecido por la Ley nº 21.499, y actuará como expropiante el Poder Ejecutivo Nacional;
Artículo 12º: el precio de los bienes sujetos a expropiación se determinará conforme a lo previsto en el Artículo 10 y concordantes de la Ley 21499. La tasación la efectuará el Tribunal de Tasaciones de la Nación;

Capítulo 2- De la continuidad operativa
Artículo 13º: a fin de garantizar la continuidad de las actividades de exploración, producción, industrialización y refinación de hidrocarburos a cargo de YPF SA, así como su transporte, comercialización y distribución y el incremento del flujo inversor para el adecuado abastecimiento de los combustibles necesarios para el funcionamiento de la economía nacional en el marco de lo dispuesto en la presente, el Poder Ejecutivo Nacional a través de las personas u organismos que designe desde la entrada en vigencia de la presente ley ejercerá todos los derechos que las acciones a expropiar confieren en los términos de los artículos 57 y 59 de dicha norma.
La Comisión Nacional de Valores, en el día de la promulgación de esta ley, convocará a una asamblea de accionistas, a efectos de tratar, entre otros asuntos que se consideren necesarios y relevantes, la remoción de la totalidad de los directores titulares y suplentes, y de los síndicos titulares y suplentes, y la designación de sus reemplazantes por el término que corresponda.
Artículo 14º: facúltase al Poder Ejecutivo Nacional y al interventor de YPF SA designado por éste, a adoptar todas las acciones y recaudos que fueran necesarios, hasta tanto asuma el control de YPF SA, a fin de garantizar la operación de la empresa, la conservación de sus activos y el abastecimiento de hidrocarburos.

Capítulo 3- De la continuidad jurídica y la gestión de YPF SA
Artículo 15º: para el desarrollo de su actividad, YPF SA continuará operando como una sociedad anónima abierta en los términos del capítulo 2, sección 5ª de la Ley 19550 y normas concordantes, no siéndole aplicable legislación o normativa administrativa alguna que reglamente la administración, gestión y control de las empresas o entidades que el Estado nacional o los Estados provinciales tengan participación;
Artículo16º: la gestión de los derechos accionarios correspondientes a las acciones sujetas a expropiación se efectuará con arreglo  los siguientes principios:
a) la contribución estratégica de YPF SA al cumplimiento de los objetivos de la presente;
b) la administración de YPF SA conforme a las mejores prácticas de la industria y del gobierno corporativo, preservando los intereses de sus accionistas y generando valor para ellos;
c) el gerenciamiento de YPF SA a través de una gestión profesionalizada:
Artículo 17º: YPF SA acudirá a fuentes de financiamiento internas y externas y a la concertación de asociaciones estratégicas, uniones transitorias de empresas, y todo tipo de acuerdos con otras empresas públicas, privadas o mixtas, nacionales o extranjeras.
Artículo 18º: la presente ley es de orden público, y entrará en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial;
Artículo 19º: comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

9.2.12

No he sido spinetteano, a qué negarlo, y no me subo fácilmente a los homenajes , sin embargo hoy, el mundo es un poco peor.

En el Sarmiento





Viajar es una experiencia múltiple. Me refiero a viajar por la ciudad. Insisto en aclarar, me refiero a los que viajamos en algún medio de transporte público para asistir a trabajar o a estudiar, o a lo que sea.
Viajar, entonces, puede ser la entrada, una ventana al menos, para algún tipo de acercamiento a alguna forma de realidad.
Para la Oveja Negra que viaja en el Sarmiento, el viaje en tren en este caso, es una más.
Sí, sí, yo sé que efectivamente viajamos como el orto.
Sin embargo, salgamos rápidamente de los tonos al estilo del blog viajecomoelorto punto no sé qué, digno de una viajante del colectivo de la línea 12, más que del Sarmiento.
En la habitualidad de ir e ir, e ir en el tren, se puede escuchar música, leer, conversar o simplemente viajar y aguantársela.
También se puede mirar. Se puede incluso, a veces, mirar y pensar.
De Once a Moreno hay un mundo, hay la ciudad, un pedazo de lo real.
Las vestimentas, los peinados, las ropas, el uso, lo gastado o no de los cuerpos, las pretensiones, la dignidad de las posturas, la absoluta falta de posturas en los que se bajan últimos. Y más. Pero veamos.
Ciertamente hay dos momentos pico en el día en los que cualquier elegancia es un absurdo. La hora pico en el Sarmiento es absolutamente demencial, y simple: hay más gente (mucha más) de las que las formaciones pueden albergar. Estamos todos apretados, subiendo por las ventanas, apelmazados. No crea que después de esos horarios pico es un lujo, pero antes, o después hay una incomodidad un poco mas suelta, hay la chance de sentarse, hay personajes, hay chicas.
Hay obreros.
Me permito una digresión con respecto a que de verdad hay obreros nuevamente en el Sarmiento, es decir, después del desastre de los noventa y ver solo cartoneros, y tristeza, y humillación, veo formando parte del elenco de Sarmiento a muchísima gente que viene al trabajo, con todo lo que eso implica.
Podríamos recordar, algunos, la canción de Marcialli Los Obreros de Morón si quisiéramos anotarnos un punto nostalgioso, pero quiero ser afirmativo en este caso, y remito brevemente que muchos de los que suelen subirse por las ventanillas en Morón vuelven a ser empleados; no está mal que las canciones que decían algo, vuelvan a hablar en estos días.
Fin de la digresión para retomarla en breve, pero, ahora, sígame por aquí, pasemos al famoso furgón del Sarmiento.
Se juega a los naipes. Se toma cerveza, vino, y fernet. Se fuma mucho, y de lo que hay. Se mezclan los estilos y los sexos _se incluye al tercero_ predomina allí, sí, lo peor del barrio, sin embargo, generosos, nos permiten viajar allí, y beber, y fumar, como a todos los viajantes del oeste.
Cuando el tren está muy lleno, es allí, el lugar mas “pesado” del tren, el lugar en el cual más claramente se abre paso la solidaridad simple, la ayuda necesaria para lograr bajar en la estación que sea, más, si alguien, desprevenido, va allí con niños puede esperar algún rápido intento si no de comodidad, al menos de protección.
En el Sarmiento los vendedores ambulantes se sienten dueños del tren, no parecen haber pertenecido nunca a otro lugar que allí, vendiendo revistas de crucigramas, billeteras, bebidas, panchos, chocolates, y hasta música.
Venden discos a cinco pesos, truchísimos. Grandes éxitos de lo que quieran. Hey! oiga, si se imagina un grandes éxitos de Gustav Malher usted nunca salió del balcón terraza contrafrente, siga adelante en el auto, y amárguese con la congestión de la autopista y esas cosas.
Termino, por ahora, observando las miradas. Hay una mirada que perturba, que me perturba.
Ciertamente que detrás de esos ojos se acomodan las postergaciones, la exclusión, y el silenciamiento. Esos ojos gritan, hoy, que deben entrar una vez más a formar parte del país visible, del país al cual ellos o al menos algún cercano familiar, han formado parte alguna vez.
Porque Oveja Negra sabe que hubieron días felices, y sabe cuándo fue, y sabe que es posible volver a entrar a ese país, es que conjetura esperanza y ganas, y rebeldía detrás de algunas miradas torvas, en lugar de miopes teorías acerca de la inseguridad.
DL

Recuperar la Lengua ( no solo es una Ley)


A la nosotros no nos gusta cuando en ficción _para no abundar acerca de la pobreza del lenguaje televisivo_ alguien que pretende contar algo acerca del ámbito social de lo que “está al margen” por lo menos del circuito económico-simbólico habitual, nos habla desde el lugar, desde el “como si”, de un compañero que vive en un asentamiento, al costado del camino, digamos un "villero" para usar un término más bien de radio 10, utilizando lo que quién cuenta cree que sería el lenguaje habitual de quién es relatado.

Sostenemos firmemente que si bien es solo un ejercicio narrativo, una posibilidad, un recurso, para hablar acerca de un compañero nada mejor que lo cuenten en el lenguaje mismo del que escribe o relata.

Es una época de batallar por la palabra.

Ciertamente, la lucha actual está rigurosamente trazada por lo político, y más aún, dentro de una lucha por la autonomía del lenguaje.

Es verdad que más allá de una elección estética, preferimos que la lengua se despliegue en toda su riqueza, entendida ésta para cada quién y en cada lugar. En todo caso, la politización real está en cómo circula y dónde.

De todas las batallas que se libran en la sociedad en estos días, no es para nada menor la de la autonomía y liberación de la subjetividad. Hay una política de la lengua popular, que si bien no puede ser legislada, se puede situar en ese escalón, en ese umbral de disputa. Un debate paralelo a los beneficios que puede y deberá traer la discusión democratizadora de la ley de medios, es el del lugar que tenemos que comprometernos a darnos en el orden puro de la lengua.

Un modo de aprovechar momentos politizados y de ebullición en el marco del lenguaje debería trascender el marco legal (indispensable, naturalmente) de una democratización legislativa.

Debería ser tarea, y depende de quienes usemos la lengua en cualquier ámbito, no solo reproducir más de lo mismo pero en diferentes foros, sino producirla de manera novedosa y de todos, con el enriquecimiento propio que una lengua adquiere a partir de la materialidad histórica de su acervo popular.

Defender con la misma energía la posibilidad de utilizarla afirmativamente y siempre en un intento de superación, enriqueciendo, creando para mejorar.

En todos los ámbitos en los que las organizaciones populares están dando la batalla, la palabra que los describe también se pone en guardia. Deberíamos buscar desde cualquier lugar que nos competa, la manera de restituir en la lengua el casillero libre y soberano que cada uno de nosotros, como integrantes del campo nacional y popular, tenemos. Deberíamos insistir en propugnar, alentar y experimentar para darle el lugar que nuestra palabra ha tenido siempre entre nosotros y al margen de las palabras oficiales a pesar de los impedimentos y de la exclusión cultural que construyeron los monopolios de lo berreta.

No nos inundaron solo de Tinelli, Legrand y Gímenez, sino que no dejaron espacio para nada más.

El estado deliberativo y de lucha en el que nos encontramos debe aprovecharse de los beneficios que se derivarán si la ley de medios es bien utilizada y extendida. El desafío será reponer nuestra elegancia a esa palabra en disputa. La politización de la sociedad abrió un hueco para que se asome lo popular, que no es nada berreta.

Efectos es un detalle. Ubiquemos el detalle donde va. Un espacio donde poner una palabra y no nos dejemos llevar por el ruido sordo de la pelea leguleya sin más: allí donde hay lenguaje, tenemos que imponer nuestra riqueza. Probablemente el desafío sea utilizar la palabra con la eficacia que el momento exige.

Hay que poner un uso de la lengua en juego. Esto es, hay que ponerle el nombre, darle significados fuertes y, probablemente, ser mejores.

Daniel Lago