11.9.08

Mínimas

Estamos en el aire, y llenos de espacio, con propuestas y ganas de conversar.
La radio es hablar.

Charlar.

Nos agolpan apuros: si conseguimos una nota, si entrará esto o aquello, vendrá hoy fulano, lo llamamos?
Y la hora se nos va, siempre con material afuera.

Material afuera.

Afuera también lo que costosamente traemos preparado desde el estudio amigo, nuestras ediciones….austeras, mas bien clásicas……igual no se escuchan, no salen al aire, hay que venir antes a cargarlas, tiempo…y sí, la radio está más bien hecha de tiempo, pero huyamos de la poesía más bien económica, y también, sin embargo la radio es charlar, aunque sea a capela.

Qué es el material, y qué es que este afuera?

Todos coincidimos en lo que ha sucedido con el conflicto, y nada mas comentar lo que discurre en la tele, es ya pararse críticamente, a la defensiva.

Defensiva no está mal, siendo que la agresión esta allí a la vuelta de la esquina, o del dial. Pero la teoría me incita _ insidiosa_ a hacer circular nuestras tendencias, nuestras charlas, en todo caso nuestros ataques, nuestras distracciones.

Distracciones.

El material que queda afuera, se me ocurre ahora, y ahora es ahora, obtura y compacta en esta breve hora, lo nuestro. La charla.

Suena chirle, mas bien suave, digamos leve….pues bien, podemos traer nuestra propia polémica. Invitar al oyente imaginario a que se sume, o nos traiga, sí;
hoy convocaremos, más allá de la recepción, hoy empezaremos; se necesita abrir el juego, y ampliar la cancha para darle estatura a un nosotros.

Implicaremos para polemizar, incluso y si se diera aquí, dentro de la emisora también.

Pastillitas de ejemplitos, no más… Está bien regalarle a la oposición a Felipe Solá
Estará mal conversar acerca de Solá aquí.

Lo vamos a ir averiguando.

Se podrá colar entre José Pablo Feinman, Don Arturo Jauretche, Galasso, y el más largo etc. una charla crítica y sabrosa con Thomas Abraham?

Estaremos en condiciones de pararnos todos muy cerquita, regalar el terreno, y en la primera oportunidad, salir muy rápidamente hasta quedar debajo del arco, es decir jugar un poco con toda la cancha, incluso con la del rival, para salir de contragolpe?

Mínimas

Estas palabras insustanciales persiguen su mismísimo espesor: la charla, y algún otro. A ese otro le dirigimos nuestro tiempo, nuestro espacio en la radio.

A ese otro vamos a hacer jugar también, con suerte.


DL

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